Pau + Carlos H.

Celebrar, en toda la amplitud de la palabra. Celebrar que estás comprometida, celebrar que te estás casando, celebrar que te casaste. La historia del matri de Pau y Carlos H. se cuenta en sueños cumplidos, sonrisas compartidas y recuerdos imborrables. Un jardín se convirtió en bosque al caer la noche, pero nunca dejó de ser botánico. Una novia (muy) especial para esta Libreta morada.

Con Pau descubrí que sí es posible querer a alguien sin conocerlo. Empezamos como amigas de Instagram, de esas que se intercambian corazones y comentan todo. Esas que nunca hemos visto en persona, pero que sentimos tan cerquita del corazón. Las mismas que te escriben muchas veces y te piden consejos, te mandan fotos, te felicitan, te cuentan cosas personales, te recomiendan con otras novias. De Instagram pasamos a Whatsapp y yo, enamorada de su acento, podía escuchar tres veces una misma nota de voz.

De Montería. Linda, inteligente, de buen gusto, agradecida, especial, creativa, fanática del amor. El abrazo se lo di personalmente en agosto de este año, en el evento que organizamos con The Blue House para unas novias muy especiales. Estuve en el montaje el día de su matrimonio, tomando muchas, muchas fotos de esa gran puesta en escena a cargo de Lica Creativa, y hoy me siento feliz de abrir las páginas de esta Libreta morada para contar su historia. La historia de una nueva amiga que siempre sonríe y eso, eso alegra y entusiasma a cualquiera.

Pau y Carlos H. se comprometieron en Medellín, en el restaurante Entre Maderos. Una guitarra, la canción de los dos, familia, amigos, tres cajas envueltas perfectamente, un novio de rodillas y la sorpresa de la vida. Desde ese momento, y sin temor a equivocarme, puedo decir que de las novias que conozco, Pau ha sido la que más ha disfrutado todo el proceso de organización de su matrimonio. Una mujer que se hace querer, por eso sus despedidas de soltera y sus showers no se alcanzan a enumerar con los dedos de una sola mano.

Detallista. Buscó la mejor forma de contarles a la madrina, al padrino y a los pajecitos de sus roles, con regalos, comida y cartas incluidas. Creó una cuenta de Instagram con información de su matri para todos los invitados: vuelos, hoteles, peluquerías, barberías, lugares recomendados, restaurantes, código de vestuario, lista de regalos. Además, con una llamada telefónica previa, les dio la importancia que se merecían: ¿necesitas servicio de transporte de la iglesia al lugar de la recepción?, ¿para cuántas personas?, ¿tienes alguna restricción especial con la comida? Y a través de un mensaje de texto le comunicaron, a uno por uno, el número de su mesa el día del matrimonio. Organizó una sesión preboda con Vale Duque, en un bosque divino, para generar expectativa del gran día con fotos hermosas de los dos. Cosas pequeñas que dicen “pensaron en mí, pensaron en todo”. Cosas pequeñas que llenaron de significado la celebración de dos personas que, de verdad verdad, disfrutan su amor.  

Ella, la parte emocional y creativa. Él, racional y administrativo. “Fuimos un súper equipo. Yo me encargué de la decoración, de los detalles. Siempre dejó que todo fuera a mi gusto. Cuando llegamos al punto del minuto a minuto, él tenía todo organizado en una tabla de Excel, con minutos exactos, y ni hablar de la ubicación de las mesas”. El concepto: botánico. La inspiración: un bosque mágico. Los planeadores: el equipo de Lica Creativa, con quienes siempre hubo una conexión mutua. “Recuerdo mi primera reunión con Andrés, quedé perdidamente enamorada de él. Los elegí porque sentí que se morían por hacer mi boda y para mí eso fue lo más importante. Para ellos todo se puede, nada es imposible, y esas son las palabras que una novia necesita escuchar”.

Cubiertos dorados. Una mesa de postres de otro planeta para una mujer que ama el dulce. Muchas luces cálidas que llenaron de magia la noche. Un escenario monumental, a cargo de CJ Producciones. Centros de mesa diferentes y complementarios. Una cámara polaroid para recibir a los invitados con una foto para el recuerdo. Un brindis con vino espumoso, lyches, algodón blanco y azúcar dorada, a petición de la novia. Un baño que fuera lo más parecido a un salón de belleza (con maquilladora incluida). Un bar soñado, siempre abierto al público. Una comida deliciosa y una rumba sin precedentes. Con todo el sabor de los novios, acordeones, el cantautor vallenato Wilfran Castillo y unos invitados animados que aguantaron el voltaje hasta las cuatro de la mañana. No era para menos.

Pau llevó un vestido muy especial, firmado por Andrés Pajón. Un acierto. “Quería calidad en mi vestido, y cuando hablo de calidad me refiero también a calidad humana. Quería sentirme como en casa, en confianza, ir sin maquillaje y estar cómoda, bien atendida. Andrés es un encanto, un profesional lleno de valores que propone, pero también sabe escuchar los deseos de una novia. Me había diseñado en otra ocasión un vestido ajustado al cuerpo y jamás me había sentido tan hermosa, por eso siempre supe que era él. No quería improvisar, iba a la fija, sabía que me iba hacer sentir como una princesa y así fue. Quería algo ceñido al cuerpo, elegante, estilizado, porque una parte de mi es así. También quería una pieza esponjada, romántica y soñadora, que también habla de mi personalidad. Esa soy yo”. 

El novio, con traje y zapatos de Lugó Lugó, quiso estar a la altura de la novia. “Yo lo acompañé en todo el proceso, iba a las pruebas con él, pero me quedaba afuera porque quería que el resultado también fuera una sorpresa para mí. Nos sentimos siempre en muy buenas manos. Él me pidió el figurín de mi vestido hecho a mano por Andrés para que los diseñadores de su traje pudieran hacerse una idea y así crear una propuesta que fuera acorde”.

Fue una noche mágica para Pau y Carlos H. Y al final, eso siempre es lo más importante. Que pueda llover un poco, mucho, muchísimo, muy duro. Que se te olvide ponerte la liga, que te regañen por subirte a bailar en una mesa y dar mal ejemplo. Que no hayan quedado fotos de día… Si no pasara nada, sería raro. Lo importante es el recuerdo, y el recuerdo es maravilloso cuando todo ese día, en general, fue maravilloso.

LO MÁS DIFÍCIL. “Las iglesias en Medellín: 1. No dejan entrar mascotas. 2. Hay iglesias donde hacen hasta tres matrimonios al día y teníamos que ajustarnos a la misma decoración. Afortunadamente, había cupo en la iglesia de San Juan Apóstol donde mi matrimonio fue el único de ese día”.

LO MEJOR. “Todo, no cambiaría nada. Mi novio lloró cuando yo entré a la iglesia y eso me mató”.

UN CONSEJO. “Que el matrimonio sea organizado por los dos, cada uno en su rol. Solo te casas una vez, entonces disfruta de todo el proceso y del gran día, no lo volverás a repetir”. 

¿Qué te soñabas? “Soy una mujer que ama la naturaleza, me gusta el protocolo, pero a mi manera. Siempre había visto matrimonios botánicos de día, muy descomplicados, más simples, siempre lindos claro, pero relajados. No había visto algo que dijera ‘así lo quiero’, entonces para mí era un reto, algo muy emocionante, porque amo la autenticidad. Lini captó súper bien todos los referentes, las ideas y realmente sus propuestas me impactaron. Es una mujer con actitud, el mundo necesita más personas como ella. Todo lo tenía en mente, pero cuando llegué al Jardín Botánico me sorprendí como si no supiera qué iba a ver”.

Un buen anfitrión siempre quiere lucirse con la comida. Para Pau y Carlos H. era un punto fundamental, por eso la presentación y las porciones, la variedad de sabores y las opciones especiales para los vegetarianos. El menú: burrata al pesto con jamón ibérico de entrada. Adoquín de pollo con mousse de prosciutto, panceta en leche de coco y curry, arroz meloso de tres quesos y ensalada orgánica, el fuerte.

 

La hora loca me la soñé. El tema era costeño-paisa, entonces repartimos acordones, arepitas, guacharacas, sombreros, flores. Se montó Latin Dreams y se armó la fiesta con una canción que es muy especial para mí y mis amigas. Hice más de cien letreros a mano, recortados y decorados por mí. Con mucho amor y dedicación. Me la gocé desde que era una idea
Lo más bonito de este trabajo es cuando logras conectarte con una historia de amor, con los sueños de dos personas, y eso fue lo que pasó con Pau desde el momento cero. Después de siete años en la industria seguimos emocionándonos, llorando en las ceremonias, haciendo posible lo imposible. Ella, su boda y su familia me dejaron uno de los mayores aprendizajes este año
Andrés Vargas, Lica Creativa

CRÉDITOS

  • Locación: Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe
  • Ceremonia: Iglesia San Juan Apóstol (El Tesoro)
  • Planeación: Lica Creativa
  • Fotografía y video: MAT 
  • Vestido de la novia: Andrés Pajón
  • Zapatos de la novia: Nine West 
  • Accesorios de la novia: Tiara (proveedor de Andrés Pajón), aretes y cadena de la ceremonia (regalo de la mamá, tradición), aretes de la fiesta (Zawadzky)
  • Maquillaje: Catalina Patiño
  • Peinado: Bibiana Suárez
  • Traje y zapatos del novio: Lugó Lugó
  • Decoración y yugo: Lica Creativa
  • Catering: Castropol
  • Postres: Cake Home Repostería
  • Invitaciones: Dani Ese
  • Recordatorios: Suculentas de Bonagracia
  • Pajecitos: Niñas (Tulip), niños (diseño a la medida)
  • Conceptualización piezas gráficas: PP Diseño Creativo
  • Música: Recibimiento con acordeón y saxofón (Mauricio Zamora), Orquesta (Beat Banda), Agrupación hora loca (Latin Dreams), Cantautor vallenato (Wilfran Castillo), Dj. 
  • Montaje: CJ Producciones
  • Hora Loca: Alegría Fun Planning y la novia.
  • Maquilladora baño mujeres: Melissa Martínez
  • Costurero y antibacteriales: T LATELIER
  • Mezclador acrílico brindis: Acrílicos Serna

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