Nos gustan las personas que se arriesgan y aciertan. Nos gustan los montajes pensados, llenos de nuevas ideas. Nos gustan los proveedores que entienden la importancia de las fotos en la construcción de un portafolio, especialmente en este sector. Nos gustan los retos, el trabajo colectivo. Pero lo que más nos gusta es cuando nos comparten el resultado final de su trabajo. Ahí es cuando la razón de ser de esta Libreta morada tiene todo el sentido: comunicar, inspirar y formar. 

Cake Home iba a participar en la experiencia creativa que publicamos la semana pasada, había elegido el mangostino para hacer su preparación. Sin embargo, al final no pudieron acompañarnos porque los días con más de 24 horas no existen. Tenían un compromiso con Bodas de Ensueño, una feria muy linda que organiza cada año el Club Hacienda Fizebad para todas las novias. “Ambos proyectos son muy importantes y no quisiéramos que a ninguno de los dos les faltara atención”, nos escribieron. Tan lindo y tan necesario aprender a dar y recibir un no a tiempo.

Nos llegó una carpeta con toooodas las fotos de su propuesta dulce en la feria y entendimos el porqué de su respuesta. Nos pareció tan hermoso todo, que lo mínimo era dedicarle un post completo. Y como confirmamos una vez más que en equipo todo es mejor, les damos las gracias a Agustín Bedoya Fotografía, por el impecable registro fotográfico; a Flores de Abril por el menaje, el mobiliario y la decoración, siempre linda; y a Selecta, por los platos base, los cubiertos y las copas.

El montaje. Una mesa, 14 puestos. Caro y Dani se fueron hasta El Carmen de Viboral y de tienda en tienda eligieron cada plato. Tenían en mente la fiesta del Sombrerero en Alicia en el país de las maravillas, una mesa larga llena de cosas ricas. Los sabores de siempre presentados de manera diferente, una invitación a arriesgarse, a salirse de lo convencional. A descubrir la belleza de los colores fuertes en la repostería: vino tinto, anaranjado, rosado oscuro. A enamorarse de una torta de crepes, ¿por qué no? A brillar con tonos como el dorado y el cobre. A mezclar lo inesperado. A servir los platos con frutas frescas: uvas, frambuesas, arándanos. A sorprender con una torta estampada y a probar nuevas combinaciones como el cheesecake de crème brûlée. A premiar la grandeza de los clásicos como la torta de zanahoria. A dejarse seducir por el inconfundible sabor del chocolate oscuro. Una invitación a soñar, a proponer, a reinventarse.

Les recomendamos ver las fotos con el estómago lleno.