Natalia + Orlando

Si les preguntaran qué es el amor, responderían que la fiesta de la vida. Se gozan su compañía como si siempre estuvieran conociéndose. Se disfrutan sin reproches. Ese día no fue la excepción: bailaron y cantaron hasta el último momento, le agradecieron al universo cada ritmo necesario para encontrarse, para quererse como lo hacen.

DESDE EL COLEGIO

Los dos son de Villavicencio. Ella estaba en quinto de primaria y recuerda que en once existía un pelado que se llamaba Orlando. Los más pequeños siempre saben quiénes son los más grandes, pero no pasa al contrario: él no la tenía en el radar. Después, se conocieron más, él en la universidad y ella en once. Supieron de los dos, quedaron en un mismo equilibrio. Siguió pasando el tiempo, ella en su cuento, él en lo suyo. Estaban siempre ahí, en el mismo grupo de amigos, las mismas fiestas, los mismos lugares, pero en direcciones distintas. Muchas veces Orlando la invitó a salir hasta que, en una de esas, cuando el tiempo de ambos estuvo en sincronía, esta historia empezó a surgir.

No fue necesario mucho para saberse en sintonía: fueron novios un año, disfrutando el gusto por los viajes, por el deporte, por la comida. Él reservado, ella extrovertida. Mientras él escucha, ella habla (mucho). Mientras él juega o ve fútbol, ella está en el negocio ganadero de su familia. Ella más tranquila, él más milimétrico… Un año descubriéndose el uno al otro, sintiendo que en las diferencias cabe un amor fuerte, leal, que celebra la cotidianidad y lo extraordinario, la alegría y el consuelo.

MARIACHIS

Era domingo. Estaban regresando de Villavicencio. Orlando le dijo a Natalia que, para terminar de celebrar su aniversario, comieran y se quedaran a dormir en el hotel W. A pesar de que ella estaba en pinta pereza, la buena comida y las celebraciones hacen parte del repertorio de alegrías de ambos. Llegaron al hotel, pero no al restaurante ni la habitación —como pensó ella— sino a un salón. Cuando abrió la puerta aparecieron muchísimos músicos cantándole:

Sabes una cosa…
…Doy gracias al cielo
Por haberte conocido
Por haberte conocido
Doy gracias al cielo…

Esa ranchera que tanto le gusta. Después vinieron más: de Alejandro y Vicente Fernández y un anillo que le sacó lágrimas. Brindaron con champaña. Se abrazaron. Lloraron: él más que ella, mucho más. Estuvieron felices, muy felices de que el cielo los hubiera conocido.

MEDELLÍN, NUEVO HOGAR

Ya les contamos que las raíces de los protagonistas de esta historia son llaneras. Sin embargo, entre las vueltas que da la vida, terminaron viviendo en Medellín. Llegaron en enero, con la ilusión de los nuevos comienzos. Se enamoraron de la ciudad: entonces, supieron que la celebración sería aquí.

Natalia nos confesó que su búsqueda empezó por las páginas de esta Libreta. Se leyó todas las historias, guardó todas las fotos que le gustaron, se dejó guiar por varios proveedores que encontró. Así conoció a María Antonia, de Flores de Abril, y supo que ella sería su cómplice.

Su prioridad era una ceremonia al aire libre, se la soñaba. Entonces, dividieron funciones: Orlando se encargaría de la música, del licor. Ella, junto a María Antonia, de la decoración, el lugar, la comida; pero fueron juntos a todas las citas, a todas las pruebas, cada decisión fue entre los dos.

UNA PÁGINA WEB PARA REEMPLAZAR EL PAPEL

Natalia tiene una empresa que vela por el medio ambiente. Decidieron no imprimir tarjetas y, en cambio, hicieron una página web donde le contaron a sus invitados todo: la fecha, la hora, algunos planes para hacer en la ciudad, algunas recomendaciones de hoteles, de maquilladoras, el código de vestuario y también, que sería en Medellín:

Una fiesta para celebrar que un día nos conocimos y que otro, nos reencontramos. Una fiesta para agradecer que el tiempo supo ser perfecto, que nos enseñó a caminar de la mano. Una fiesta para abrazarlos a ustedes, nuestra familia y nuestros amigos; que han sabido ser cómplices en el camino.

En Medellín, porque ahora es nuestro hogar y queremos empezar a coleccionar recuerdos certeros.

Fiesta, de bailar los días. Fiesta, de cantar. Fiesta, de sentir la dicha muy cerquita. Sí: fiesta. Porque de todos los significados que puede tener el amor, fiesta, lo sentimos muy nuestro. Gracias, por ser nuestros compañeros y celebrar el reencuentro más feliz de nuestras vidas.

EL VESTIDO

Hizo lo que muchas: fue a casas de novias, se midió muchísimos vestidos. No encontró el que se imaginaba. Estuvo en De Novia a Novia y se enamoró de uno de Andrés Pajón, pero quería hacerle algunos ajustes. Entonces, fue directamente donde él para que le diseñara el que fue su vestido: manga larga y corte sirena. Con encaje en la parte superior y ceñido en la parte inferior. Con un contraste de telas. Con la espalda descubierta. Un proceso de muchas dietas, cuenta Natalia riéndose, y de muchas pruebas: una vez cada quince días durante varios meses. Al final, el asombro por ver justo lo que quería, la alegría de tenerlo puesto, la piel sensible por sentirse tan feliz.

UN BOSQUE: LA INSPIRACIÓN, LA DECORACIÓN

Bohemia, sencilla, con especial atención a los detalles. Nada de ambientes recargados. Esos fueron los primeros conceptos. Después, tomaría más forma: un bosque, sin flores. Con mucho follaje, muchas hojas, con plantas atípicas. Un bosque con velas. Con frutas. Con plumones. Un bosque, con animales. Un bosque romántico.

María Antonia, de Flores de Abril, supo interpretarlo: aquel establo parecía la extensión de la naturaleza. Eucaliptos, follaje en tonos ocres, canastos en mimbre, árboles, candelabros, lucecitas en el techo. Para las mesas, cristalería, toronjas, follaje verde y algunos helechos con toques vinotinto. Una oda al buen gusto, a los detalles que no se privan del romanticismo, pero no sobrepasan el límite de la extravagancia. Una decoración compacta, que narró la historia de un amor que disfruta el valor de lo sutil.

LA CEREMONIA

Después de la decoración, lo que más anhelaba Natalia era una ceremonia al aire libre. El cielo fue su aliado y ocultó todas las nubes. Les regaló un sol de primavera: ni muy brillante, ni muy opaco. Les regaló un viento fresco. La música francesa de Uhlalá se encargó de que el ambiente despertara en todos una sensación de felicidad auténtica, de plenitud. Fue más de lo que pensaron: el lago, el cielo, sus amigos y sus familias siendo felices por ellos. Fue más de lo que esperaban sentir y entonces, las lágrimas salieron. Otra vez, más de él que de ella; pero lejos está el amor de ser una competencia.

Si me preguntaran qué es el amor, te señalaría. Diría que son todas las preguntas que algún día le hice al cielo y, una por una, se fueron respondiendo con tu presencia. Diría, también, que el amor es una fiesta donde celebro que tú existes, le dijo ella. Y Orlando volvió a llorar.

Nati, mi amor… siempre estuvimos cerca sin vernos, siempre pasábamos por ahí al lado del otro… Tenía que pasar el tiempo, las experiencias y las personas para que llegara el día en que, por pura curiosidad, me aceptaras una comida para conocernos, le dijo él. Y Natalia lloró.

Hubo muchas lágrimas, fue una ceremonia muy emotiva, de sentires profundos, de alegrías en la piel.

LA CELEBRACIÓN

Natalia y Orlando, tan fiesteros por esencia, querían una celebración que quedara en el recuerdo de todos, claro, pero más allá de eso, querían gozarse su rumba de principio a fin, querían gozarse ese amor que los hace sentir de fiesta todos los días. Los cocteles de Juan Vásquez, en especial uno de curry (sí, curry con licor), se robaron todos los paladares. La música de Uhlalá siguió tocando corazones y los antojitos (pinchos y canasticas con carne) de Mystique completaron el escenario de un atardecer perfecto.

Después vino la comida: de entrada, un ceviche con una espuma de maíz. De fuerte, un pollo con arroz salvaje, queso, tomates secos y almendras. De postre, muchas muchas tartaletas de frutas. Y entonces, para cerrar los protocolos y empezar la fiesta, la mamá de Natalia la sorprendió con palabras de Elvira Sastre, esa escritora que a ella tanto le gusta.

En esa pista de baile que eran hojas secas, haciendo alusión a ese bosque que querían, bailaron la primera canción: Por Pura Curiosidad, de Fonseca. La canción certera, la canción precisa, la canción que les recordó que la curiosidad de salir un día terminó por encontrarlos, por unirlos, por ponerlos a vivir una vida juntos. Desde ese momento, la chispa no paró. Natalia y Orlando no se sentaron. Brindaron, cantaron, fueron el alma de la fiesta, de su fiesta.

A mitad de la noche, el ánimo siguió subiendo con Vuelta Candela. La celebración se transformó en un concierto en vivo, donde los músicos bajaron a la pista a disfrutar con los invitados. A gozarse la fiesta como si fueran parte de ella desde el principio. A cantarle a Natalia El Oficio de Ser Mamá, esa canción que Orlando les pidió como regalo. Después llegaría la hora loca: él con una máscara en origami de oso y ella con una capa iluminada; el resto de invitados con máscaras de animales del bosque.

Cuando la música paró, Natalia y Orlando siguieron bailando, siguieron cantando. Como diciéndole a la vida que el amor se queda incluso cuando todos se van, cuando las luces se apagan. Que el amor es esa fiesta donde solo necesitan estar ellos dos.

. . .

Nati y Orlando, ¿qué podemos decirles? Que entendieron mucho del amor. Que sigan bailando como si fuera el primer día. Que sigan gozándose la compañía del otro como la fortuna que es. Que después de las fiestas, sepan quedarse, sepan quererse, sepan sentir lo maravilloso que es encontrarse en la certeza del otro.

Una fiesta para celebrar que un día nos conocimos y que otro, nos reencontramos. Una fiesta para agradecer que el tiempo supo ser perfecto, que nos enseñó a caminar de la mano
Fotos de Valeria Duque para VDF.

APUNTES FINALES

¿Qué consejos les darían a todas las parejas que en este momento están organizando su matrimonio?

- Que compren el trago por Rappi, jajajaja. Compran dos millones y les devuelven un millón, entonces terminan comprando tres millones.

- Que consigan una excelente wedding planner: eso les facilita la vida y les ayuda a materializar lo que tienen en mente.

- Que es muy normal estar nerviosos y en ocasiones tener discusiones, pero al final todo vale la pena.

- Que haya mucha comunicación y visiten los proveedores juntos.

Cosas que consideren clave para que una relación sea un éxito.

- Respeto.

- Buena comunicación.

- Solidaridad.

Un error para no volver a cometer

Contraté a los del video solo ocho horas y la hora loca no me quedó :(.

¿Para dónde se fueron de luna de miel?

Para Nueva York.

ESTE TEXTO FUE ESCRITO POR JULI LONDOÑO PARA LLM.
(EN INSTAGRAM LA ENCUENTRAN COMO @CARECOCO). HERMANA DE PABLO, DE SANTIAGO, DE FELIPE. PERIODISTA, ENAMORADA DE LAS LETRAS HECHAS LIBROS, HISTORIAS, VIAJES, CANCIONES DE SABINA. SU FIRMA TIENE –SIEMPRE– UN ESPACIO EN LAS PÁGINAS DE ESTA LIBRETA MORADA.

CRÉDITOS

  • Lugar: Zona E.
  • Wedding planner: Flores de Abril.
  • Fotografía: Valeria Duque para VDF.
  • Video: Moviola Videografía.
  • Vestido de la novia: Andrés Pajón.
  • Zapatos de la novia: Daniel Alcázar.
  • Accesorios de la novia: Alma.

Comentarios

  • Martha Correa de Valencia 11-11-2019 20:11

    Muy emotivo este recuerdo precioso de la boda de mi hijo adorado con Natalia, linda persona con las mejores cualidades que lo enamoró. Deseo con todo mi amor construyan su hermosa familia rodeada de amor. Mil y mil gracias. Besos Mamá.

  • (57) 315 383 6348 + (57) 310 549 0848 info@lalibretamorada.com

  • Suscríbete

    Regálanos tus datos para inspirarte, para estar más cerca de ti. Queremos consentirte, llenarte de ideas, actualizarte, contarte muchas historias.

    Sí, acepto