Reinventarse. Unir fuerzas. Cocrear. Todas las empresas nacen con un modelo de negocio, una idea inicial, pero es el mercado, los clientes, los años de aprendizaje y la vida misma los que al final nos muestran cuál es el mejor camino. Aceptar esos cambios con humildad y, sobre todo, logrando mantener la misma pasión por lo que se hace, es el reto de muchos. El de Lauri, por ejemplo, quien por muchos años importó vestidos de novia a Blanco, su empresa, y hoy decide darle un giro. Un giro con valentía,  mucho amor y buena compañía, fórmula ganadora.

Vestidos nuevos, listos para llevar, pero hechos a la medida. Y solo para la venta. Lauri se unió con Paola Logreira, diseñadora con más de 8 años de experiencia creando piezas para novias, y ahora les ofrecen a sus clientas la posibilidad de crear-personalizar el vestido sobre su propio cuerpo. ¿Cómo funciona? Tienen una colección de 12 – 18 prendas con cortes, materiales y siluetas muy variadas para que las novias puedan medirse y soñar mientras reciben una asesoría personalizada. Las mangas de este vestido con la abertura de esta falda. Este escote de adelante con los boleros de esta espalda. La caída de esta tela con la textura de esta parte superior. Y si te gustó tal cual está, se hacen los ajustes de medidas, y el vestido es tuyo. Una búsqueda que incluye dibujos, risas, fotos de inspiración y complicidad.

“Piezas para novias más relajadas, con cuerpos reales, que quieren algo no tan estructurado. La comodidad es una prioridad. Románticas, con una dosis de atrevimiento, sin ser vulgares. Novias que quieran gozarse la fiesta con un vestido que parezca una extensión de su cuerpo”, nos cuenta Lauri. 

Y como en equipo todo es más fácil, ella reunió a sus mejores aliados y lideró una sesión de fotos para presentar oficialmente sus diseños. Bajo el lente de Juan Cartagena, con los complementos naturales de Jabalinas y el toque de belleza de La Pec, con sus propuestas de peinado y maquillaje, les compartimos el resultado de una tarde divertida llena de colegas talentosos. Una tarde soleada de postres y amigos que entienden lo que significa reinventarse. Unir fuerzas. Cocrear.