Al fondo, evocando los libros antiguos de botánica, una selección de hojas enmarcadas daba pistas de lo que se vería en la pasarela. Girl From Petaluma, canción con aires brasileros, dio inicio al desfile de Alejandro y Daniel y su marca Lugó Lugó. That’s It (I’m Crazy), This Is America, Back 2 The Wild, Hertbeat y Running To The Sea marcaron el ritmo de su presentación: “El conservatorio de los hermanos Lugó”.

En trece minutos, y cerca de 30 salidas, la dupla mostró el ADN de su firma, eso que ellos llaman sus “elegantes rarezas”: trajes sartoriales, para hombres modernos y sofisticados; siluetas ajustadas y precisas; y sus icónicos forros personalizados en el interior de las chaquetas. En los cabinets of curiosities, las ilustraciones de las expediciones botánicas de Mutis, las pinturas de Frans Francken the Younger y la gastronomía de Juan Santiago Gallego, los creativos encontraron la inspiración para darle forma a una colección arriesgada, rica en detalles y bases textiles: terciopelos, algodones, paños en seda y linos.

Trajes de novio a la medida, propuestas beachwear y una línea casual-formal fueron los tres momentos presentados en el desfile. Y una sorpresa (que nos encantó): el universo masculino de la marca abrió espacio a dos expresivos sastres femeninos, con todo el sello de los diseñadores. “Se despeja la niebla y tras ella se encuentra un gabinete de curiosidades elegantes pero no aburridas, descubra la magia”, se leía en la invitación. Aquí, un resumen visual de Lugó Lugó en pasarela.