Este es un amor de esos que quieren con absolutos: vida de mi vida, le cantó él a ella. Es un amor de tiempos distintos a los convencionales, de ritmos propios. Es un amor, que se graba, día a día, con melodías; con la afinidad de tres almas: Danielle, David y Ella.
DOS ARTISTAS
David estudió Comunicación Social, pero es músico. Danielle estudió Derecho, pero es actriz. Se conocieron en 2011, cuando ella estaba presentando la alfombra de los Kids’ Choice Awards, de Nickelodeon. Cuando la vio, dice David, supo que era ella. Se encontraron dos almas que estaban yendo hacia un mismo camino, dice Danielle. Pasaron dos años y medio de estar juntos, de comprobar que el amor siempre llega a tiempo, de imaginar una vida muy cerquita del otro y, de pronto, los sorprendió la llegada de Ella.
SOMOS DOS Y TAMBIÉN TRES
Lo habían hablado, como lo hablan las parejas que confían el uno en el otro, como una conversación que se tiene sin temores. Querían casarse, compartir una vida, estar para el otro. Por esos días, les llegó la noticia: iban a ser papá y mamá por primera vez. Hicieron una fiesta para descubrir que Ella sería Ella (en ese entonces solo sabía la suegra de Danielle) y en esa celebración, a la que David —a propósito— invitó a muchas personas, justo antes de explotar el globo (que mostró con pequeños papelitos rosados que Ella era Ella), él se arrodilló. Delante de las dos familias, tan importantes en sus vidas, delante de sus amigos, delante de las personas que más quieren, para contarle que quería sus días con ella.
Doble celebración. Y el amor siempre como anfitrión.
EL VESTIDO / EL TRAJE
Querer un matrimonio elegante era transversal, incluía, por supuesto, su vestido. Lo diseñó y lo materializó Rosa Clará y se lo enviaron desde Barcelona. Manga larga, cuello alto, sin escotes, con un cuidadoso bordado que cubría toda la parte de arriba y le daba inicio a una falda suelta, amplia, imponente, impecable. Sensualidad al esplendor. Ella llevaba el mismo, en versión mini.
Para su look optó por un maquillaje natural, pero con labios y uñas rojos; por un peinado sencillo pero arriesgado para una novia. Así es ella en su cotidianidad: prefiere impactar a partir de pequeños detalles.
El traje de David lo diseñó Faride Ramos. Fue absolutamente novedoso, propio. Su saco, blanco, tenía en la parte de atrás la cara de Danielle bordada. El pantalón, tenía palabras significativas para ambos: El Tiempo (una canción que él le escribió) Ella, Elle, te amo, para toda la vida…
LA PREMIER
Elegantes. Sobrias. Las invitaciones hacían alusión a la “premier” de una película llamada “La Boda”, donde los protagonistas eran Danielle y David y la directora, Ella. Venía acompañada por una foto en la que él estaba vestido de esmoquin (como debían ir los hombres) y ella de azul petróleo (como debían ir las mujeres).
Eligió este color para las invitadas porque siempre quiso un matrimonio donde la elegancia fuera uniforme, porque, según ella, les queda bien a todas: niñas y adultas; blancas y morenas, porque, además, es un color distinto, que llama la atención.
INSPIRACIÓN / DECORACIÓN
Si tuvieran que dar una sola palabra para describir lo que querían sería elegante. Detrás de esa, vendrían otras: romántico, personalizado, mágico, lumínico. Querían evocar aquellos cuentos que imaginaban de niños, aquellos lugares que parecían el paraíso. GLAM by Adriana Montoya fue quien los escuchó, los guió, los acompañó. Fue la persona capaz de interpretar sus ideas. Siempre dispuesta, siempre alegre, siempre con soluciones. Serena, responsable, puntual, dice Danielle.
La decoración abarcaba tres momentos: la ceremonia (en El Establo, en Zona E), el coctel y la fiesta (en Casa Bali, en Zona E). El ambiente de todos tuvo la misma línea: mucho follaje verde, orquídeas blancas y luz, siempre luz, mucha luz: natural, de velones, de velas, de faroles, de lámparas. Luz: el sinónimo del amor.
Tanto fue la afinidad que sintieron, que Adriana le hizo un regalo trascendental a Danielle: el rosario, de perlas y oro amarillo, con el que entró a la ceremonia. No quiso un yugo y sí un rosario, como un homenaje a la Virgen, en quien tanto creen David y ella, como una muestra de que es el cielo quien los acompaña.
El yugo lo dejó para la fiesta.
VIDA DE MI VIDA
Danielle llegó pitando en el carro, cantando, gritando de felicidad. No fue una novia nerviosa, de las que se paralizan. Todo lo contrario: se gozó su celebración desde el principio. Se la bailó. Se la cantó. Se la sonrió todo el tiempo. ¿Qué es el amor, sino eso?
Primero entraron su hermana Juliana y El Profe (amigo de David e integrante de Piso 21) cargando a Ella que estaba dormida. Luego entraron la hermana de David y el hermano de Danielle y, finalmente, entró ella, de la mano de su papá, su amor eterno.
La sorpresa de la ceremonia fueron los votos de David. No tanto porque los cantara, que es como suele expresar sus emociones, sino por la letra tan poderosa que eligió para hacerle saber a Elle, como le dice, que su amor le hace tanto bien:
Vida de mi vida, le cantó. Como es natural, cuando la emoción toca tantas fibras, Danielle y muchos invitados lloraron. Ella, en cambio, no lloró. La felicidad más genuina, sigue siendo, de risas y fue lo que hizo: sonreír y mirar con atención a todos. Soltar carcajadas. Dejarse cargar de cualquier invitado, gritar con emoción, ser el centro de atención y de suspiros.
A la salida de la ceremonia, en vez de pétalos, los invitados recibieron unos conos de papel con corazones que llevaban impresas notas musicales (también de papel). El mensaje es muy bonito y poderoso: un amor con música de fondo permanece con sus acordes intactos. Fue una representación del hogar melódico que son, de la vida que viven todos los días.
UN AMOR DE ACORDES MUSICALES
Hubo música siempre. Pipe Ángel, amigo cercano de David y músico, estuvo a cargo. Para la ceremonia: emotiva, suave. Para ir afilando ánimos durante el coctel: son cubano y boleros. Para la fiesta: un repertorio previamente elegido por David y por Danielle que incluyó concierto clásico, salsa, merengue, reguetón, concierto de Piso 21 con show full y, por último, una parranda vallenata que logró que los ánimos terminaran en punta.
LA SORPRESA DE LA NOCHE
Ensayó durante muchas noches, una hora diaria. David creía que estaba en clases de inglés, pero lo que en realidad hacía era prepararle una sorpresa para esa noche. Cuando todos los invitados entraron a Casa Bali, el lugar de la fiesta, y David fue el último (así lo planeó ella) vieron a Danielle sentada en un piano de cola. Un instrumento que a él le ha llamado mucho la atención y que ella —a pesar de nunca tocar ni cantar— se arriesgó a aprenderlo.
Esa canción bonita de John Legend fue la que practicó incansablemente para decirle a David eso: que es su principio, su final, que quiere cada una de sus aristas, que le entrega todo porque él también ya lo ha hecho. Con esa canción, supo sorprenderlo a él, a todos: hasta las lágrimas, hasta los más sinceros abrazos, hasta hoy, que todavía le da las gracias por entender el valor de la música en su vida, por confirmarle que el amor comparte utopías.
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A ustedes, Danielle y David, les deseamos que el camino que recorran comparta la dirección que —irremediablemente— el arte encuentra: la eternidad.
Cuando la vio, dice David, supo que era ella. Se encontraron dos almas que estaban yendo hacia un mismo camino, dice Danielle
El traje de David lo diseñó Faride Ramos. Fue absolutamente novedoso, propio. Su saco, blanco, tenía en la parte de atrás la cara de Danielle bordada
No quiso un yugo y sí un rosario, como un homenaje a la Virgen, en quien tanto creen David y ella, como una muestra de que es el cielo quien los acompaña
La sorpresa de la ceremonia fueron los votos de David. No tanto porque los cantara, sino por la letra tan poderosa que eligió para hacerle saber a Elle, como le dice, que su amor le hace tanto bien
A la salida de la ceremonia, en vez de pétalos, los invitados recibieron unos conos de papel con corazones que llevaban impresas notas musicales (también de papel)
Danielle optó por un maquillaje natural, pero con labios y uñas rojos; por un peinado sencillo pero arriesgado para una novia. Así es ella en su cotidianidad: prefiere impactar a partir de pequeños detalles
Lo diseñó y lo materializó Rosa Clará y se lo enviaron desde Barcelona. Manga larga, cuello alto, sin escotes, con un cuidadoso bordado que cubría toda la parte de arriba y le daba inicio a una falda suelta, amplia, imponente, impecable. Sensualidad al esplendor
Querían evocar aquellos cuentos que imaginaban de niños, aquellos lugares que parecían el paraíso. Adriana Montoya by Glam fue quien los escuchó, los guió, los acompañó. Fue la persona capaz de interpretar sus ideas
Mucho follaje verde, orquídeas blancas y luz, siempre luz, mucha luz: natural, de velones, de velas, de faroles, de lámparas. Luz: el sinónimo del amor
Ensayó durante muchas noches, una hora diaria. David creía que estaba en clases de inglés, pero lo que en realidad hacía era prepararle una sorpresa para esa noche
APUNTES FINALES
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Sí, acepto
Ximena 29-07-2019 17:07
Los felicito , me gusto mucho bendiciones
Luisa Fernanda Rodenas 29-07-2019 17:07
Me encanta esta relación. Es un ejemplo de amor. Danielle bellísima y Dim refleja nobleza. Un abrazo desde Guatemala!