Un día entero de grabación. La locación, un lugar que nos encanta, muy recomendado para hacer la lista de regalos: The Blue House. Los invitados: los wedding planners que hacen parte de esta Libreta morada, que sacaron un espacio en sus apretadas agendas y aceptaron nuestra invitación para tener una conversación sobre lo que hay detrás de su trabajo. Ese que se conjuga en tantos y tantos verbos: asesorar, acompañar, escuchar, coordinar, dirigir, supervisar, diseñar, desarrollar, ejecutar, ir, venir, estar… Estar ahí para los novios. Su figura aún es un poco incomprendida: “¿Qué hace? ¿Cuánto cobra? ¿Si lo necesito? ¿No será que mi mamá/tía/amiga/hermana me ayuda?...”. La propuesta de esta Libreta morada: ¿Qué tal si entre todos resolvemos dudas?

Hablamos de muchos temas: ¿cuáles son realmente sus funciones?, ¿cuánto y cómo cobran?, ¿mejor un porcentaje sobre el valor total de la boda o una tarifa fija por sus servicios?, ¿qué tan cierto es que exigen comisiones a los proveedores?, ¿quiénes necesitan un planeador?, ¿quiénes no? Y, bueno, también otros asuntos más personales: a qué deben renunciar o qué sacrificios les implica su trabajo, qué hacen para manejar el estrés, qué consejo les dan siempre a los novios...

Fueron más de 4 horas de grabación que con la ayuda de Dani, Daniel Bedoya Filmmaker, logramos condensar en 26 minutos. Una charla que esperamos sea de mucha utilidad para las novias, las actuales y las futuras, y para todos los que hacen parte de esta industria. Un video que siempre estará vigente. Para educar, para ver una y otra vez, para aprender, para conocer y para entender mejor el sector. Con argumentos, con años experiencia y con conocimiento de causa.

Porque siempre que nos preguntan si somos wedding planners respondemos que no. Somos periodistas. Pero aunque no planeamos ni organizamos eventos, sí admiramos, respetamos y valoramos inmensamente a quienes se dedican a esta labor.