Andrea + Davide

Se inspiraron en la realeza y lograron darle a su matri un acento clásico y elegante. La novia –Andrea López–, vestida de princesa, no paró de sonreír. Imperdible: la callejoneada a ritmo de mariachi por el centro histórico del D.F. Aquí una historia de amor tejida entre Colombia, Italia y México.

Los presentó un amigo. Andre recuerda ese encuentro como “casual y un poco sorprendente”. Natural, sin muchas expectativas. Es más, confiesa, el suyo con Davide no fue un amor a primera vista. Fue –y es– un amor sincero, que ha ido creciendo con los años, con las enseñanzas que el tiempo y el ser dos les ha dejado. Es, sobre todo, un amor con muchas risas. “Creo que ese es el lenguaje que nos une”.

Ella, influencer, afín a temas creativos, a la moda; encargada del manejo de redes sociales de distintas empresas y muy activa en su cuenta propia @andrelolifestyle. Él, financiero, a cargo de un fondo de inversiones; reservado con su privacidad, su mundo son los números. Tan distintos. Dos polos opuestos atraídos por sus pasiones compartidas: ayudar a los niños que más lo necesitan, en educación y nutrición, a través de varias causas y de la propia fundación de Davide, llamada BIG. Y viajar, conocer nuevas culturas, que es otro de sus placeres.

Fue justo en una de esas aventuras que llegó la propuesta de matrimonio. “Davide es de Florencia, Italia. Yo conocía muchas partes de este país, pero me faltaba Venecia, una ciudad muy romántica. Nos quedamos en un hotel hermoso y clásico, el Baglioni Hotel Luna. Allí, en la habitación, cuando me quedé dormida, Davide me puso el anillo (mi sueño es súper profundo). En la mañana, día de mi cumpleaños, cuando me desperté, me dijo: ‘Nos vamos a casar’. Yo le respondí que creía que debía preguntarme. Entonces se arrodilló al lado de la cama, me dijo unas palabras lindas, me pidió que me casara con él y, entre lágrimas, le di el sí”.

Como buena amante de la moda, el vestido fue su prioridad número uno. Aquí la historia sí es de amor a primera vista. Siempre que pensaba en él, se lo imaginaba de corte princesa. De Vera Wang o Marchesa. Viajó a Estados Unidos y en la búsqueda se encontró con Winnie Couture. “Entré a su tienda y fue el primer vestido que vi. Luego de medirme varios, cuando me probé este, sentí que estaba diseñado para mí, literal me sentía una princesa”.

Siempre tuvo claro que Juliana y María Antonia, de We Plan, organizarían su matrimonio. “Las conozco de casi toda la vida porque Juli estudió con mi hermana en el colegio. Planearon su boda en solo dos meses y todo salió perfecto”. Sintonizadas con su gusto y su estilo, el proceso a distancia fluyó de forma natural. Adicional, tuvieron un par de reuniones de lluvia de ideas en Colombia, cuando Andrea y Davide viajaban por compromisos al país, y cercano a la boda, el equipo de We Plan visitó tres veces Ciudad de México para ultimar detalles. “Había proveedores de Colombia que admiraba y quería en mi boda, pero al final no era fácil traerlos a todos. La fotógrafa –Valeria Duque- sí quería que me acompañara porque conocía su trabajo y me encanta, además porque ella es súper buena motivando a los novios y Davide no es el más fan de las fotos”.

Se soñaban una boda elegante y clásica, inspirada en la realeza. Una locación que no necesitara mucha decoración y así, tal cual, la encontraron: el majestuoso Casino Español, en pleno centro histórico del D.F. Querían flores y pequeños detalles; blanco, verde, dorado y un toque rosa. Querían una boda grande que reuniera a sus familias y amigos, de Colombia, de Italia y de otros países en los que han vivido. Todo lo que querían se cumplió. Por eso, el día de la boda Andre no paró de sonreír.

Sonreír en esos instantes previos que pasó con sus padres y su hermana. Sonreír en la sesión de fotos con sus damas de honor. Sonreír en el carro antiguo que la llevó a la iglesia, en el que, para controlar los nervios, ensayó con María Antonia, de We Plan, la canción que le cantaría a Davide en la ceremonia. Sonreír al llegar al templo de San Francisco el Grande. Sonreír –y agradecer– por entrar acompañada de su papá, aun con su enfermedad. Sonreír cuando el padre que ofició la misa–que les presentaron unos amigos pocos días antes– decidió sacar su celular y tomarse una selfie con los novios para inmortalizar el momento.

Tampoco Andre paró de sonreír –de bailar y dar vueltas–durante esa divertida callejoneada que organizaron para ir de la iglesia a la recepción, acompañados de un grupo de mariachis, por una calle del centro histórico de Ciudad de México. Un guiño a la cultura mexicana que tanto les gusta. Sonreír en ese primer baile con las voces de Ed Sheeran y Andrea Bocelli cantando Perfect. Sonreír por sentirse rodeada de todos los familiares y amigos que viajaron tantas horas para compartir con ellos ese día. Sonreír porque siempre esa energía especial, ese amor real, será más fuerte que el que ocurre a primera vista.

Fotos: Valeria Duque para VDF.
Para el peinado mucha gente me recomendaba que lo tuviera recogido, pues se veía más elegante, pero me mantuve firme en mi estilo y personalidad y me lo dejé suelto, con el toque de princesa de la tiara
Decidimos tener dulces mexicanos para mantenernos fieles al lugar donde estábamos celebrando, aunque también incluimos nuestros postres preferidos: donuts, cheesecakes y chocolates
Siempre tuvo claro que Juliana y María Antonia, de We Plan, organizarían su matrimonio

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LO MÁS DIFÍCIL DE LA PLANEACIÓN. “Definitivamente, haberme casado en un lugar que no era mi ciudad natal y en el que llevaba tan poco tiempo viviendo. Que mi mamá no estuviera a mi lado cuando tenía que tomar decisiones importantes y no poderme traer todos los proveedores que ya conocía y me gustaban de Colombia. También que sabíamos que mucha gente que amamos no nos podría acompañar, por la lejanía”.

UN CONSEJO A OTRAS PAREJAS. “Lo más importante es que se mantengan fieles a su estilo y dentro de su presupuesto. No hay que dejarse llevar por las opiniones de los demás. Escojan lo que les gusta a ustedes y hagan una lista de lo que más se sueñan, inviertan en eso y bajen un poco a las demás cosas”.

CINCO CLAVES PARA EL ÉXITO DE UN MATRI:
1. Comunicación clara con tu pareja y wedding planner desde el principio.
2. Respetar los tiempos de todo en la boda: desde el envío de la tarjeta hasta la hora de finalización.
3. Empezar a planear y concretar proveedores con antelación.
4. Comprar el vestido con tiempo, por si necesita ajustes.
5. Invitar a las personas que más amas. La energía que se siente es diferente.

LUNA DE MIEL. “Nos vamos el próximo año para Japón. Siempre habíamos querido conocerlo, nos encanta su cultura y su comida”.

CRÉDITOS

  • Recepción: San Francisco el Grande
  • Lugar: Casino Español
  • Wedding planner: We Plan
  • Fotografía: Valeria Duque para VDF
  • Video: Fernando O’Farril (México)
  • Vestido de la novia: Winnie Couture
  • Zapatos de la novia: Aldo Shoes
  • Accesorios de la novia: Sixta Gaviria
  • Tiara: David’s Bridal México
  • Maquillaje y peinado: Neiza Hernández (@neiza05)
  • Traje del novio: hecho a la medida en México
  • Zapatos del novio: Dolce & Gabbana
  • Decoración: We Plan
  • Comida: Casino Español
  • Postres: Junk Bar (@juliejunk)
  • Invitaciones: Susana Buitrago (diseño) / Invitarte (impresión)
  • Anillos: Tiffany & Co
  • Ramo/yugo: Thalos Flores (México)
  • Música: tenor Enrique Rodríguez (iglesia) / Plus One Music (México)
  • Hora loca: Plus One Music (México)

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