Andrea + Jose

La vida compartida sabe mucho mejor. Sabe a viajar, a aprender, a disfrutar, a sonreír. Sabe a ceder, a decidir, a valorar. Sabe a vivir. Y solo los que están tremendamente locos viven, viven con mucha fuerza. Además viajan a Bali, se casan solos y aceptan contar su historia de amor en esta Libreta morada. Una entrevista divertida narrada a dos voces.

Hay algo que tiene que estar sí o sí en un matrimonio, por encima de todo lo demás, y es que al final, si no te diviertes, la satisfacción no será ni la mitad de grande. Porque la lista de imprescindibles puede ser aparentemente larga e interminable, pero se reduce a una sola cosa: un amor bonito y libre con ganas de aprender a ser dos. Cuando te pida que te cases con él, tu cabeza dará vueltas y pensarás en cada detalle desde el día uno. En Medellín, Acapulco o en una isla pequeña. Con muchos o poquitos de invitados. Un menú para complacer el gusto de tantos o ese plato que nos encanta a los dos. Centros de mesa con flores de exportación o mejor mucho follaje. La banda con música en vivo que escuchamos en otro matri y nos encantó o el Dj de toda la vida que sabe nuestros gustos musicales.

Con Andre hablamos muchísimo sobre este día, porque si hay algo que ella sabe hacer muy bien es soñar. Cada mes el plan se modificaba (estoy exagerando un poquito), pero la sonrisa y la calma permanecían. El 2 de septiembre me contó que el matri con Jose sería en Indonesia. Solos, a su manera, felices. Con ilusión y ganas, una fórmula ganadora. Por suerte, existen cosas que no se pueden comprar y momentos convertidos en recuerdos. Y amores cómplices. Y decisiones arriesgadas que te hacen sentir vivo, como aprovechar ese viaje a Bali para casarte. Sin invitados, bajo el ritual del fuego y el lente de una fotógrafa rusa. Contrarreloj, con dos vestidos de novia espectaculares, llenos de personalidad, en un tepee soñado (y muy sufrido), al que le colgaban letras repletas de cariño.

Por suerte, existen cosas que no se pueden comprar y esa emoción que acelera el corazón cuando tienes al frente un reto enorme: escribir sobre un matri diferente, de una forma diferente. Escribir sobre un matri del que muchas cosas se han hablado, pero que aún tiene mucho por revelar. Por eso les propusimos a los novios narrarlo a dos voces. Nosotros pusimos el inicio de la frase y ellos continuaron con sus recuerdos. Un ejercicio individual, honesto y, esperamos, tan divertido como cada respuesta que conserva el alma y la esencia de cada uno. Con palabras que estiran sus vocales, risas en forma de jajaja, paréntesis explicativos y un lenguaje tan personal que si cierran los ojos, se van a transportar a un InstaStorie de @andreagudelo o de @josesoto.

A los dos, muchísimas gracias por ser tan generosos y especiales con esta Libreta morada. Gracias por regalarnos su tiempo para responder en medio de esas agendas presidenciales tan apretadas. Gracias por compartir con nuestros lectores tantos detalles de un momento tan íntimo y personal. Estamos convencidos de que esta publicación tiene una alta dosis de inspiración para muchas parejas y eso, al final, hace que todo valga la pena.   

Pónganse cómodos y regálense media horita para admirar la hermosura de cada foto y sonreír con cada respuesta. Aquí, un adelanto de las preguntas para que se animen a ir hasta abajo.

  • Del día en que nos conocimos me acuerdo que…
  • Algo que casi nadie sabe del día que nos comprometimos…
  • Soñamos muchas cosas para nuestro matrimonio, por ejemplo…
  • Cuando nuestras familias y amigos se enteraron de que nos íbamos a casar solos en Bali, nos dijeron que…
  • Durante una semana recorrimos Bali en moto buscando todo lo que necesitábamos para ese día. Los mejores momentos de esta experiencia fueron…
  • Si nos pidieran razones para casarse en Bali, en nuestra lista no faltarían…
  • El día del matri nos levantamos...
  • Cuando nos vimos por primera vez vestidos de novios…
  • El lugar que elegimos para casarnos era mágico porque…
  • Siempre quisimos un ritual especial para nuestra ceremonia, al final fue más bonita de lo que imaginamos, llena de detalles y momentos como…
  • Queríamos unas fotos muy lindas, por eso contratamos a…
  • La historia detrás del carro en el que nos tomaron las fotos es…
  • Por la noche tuvimos una cena para dos que fue muy especial porque…
  • Estábamos solos, pero mucha gente nos acompañó con cartas y mensajes que colgamos alrededor del tepee en el que nos encontrábamos. Lo que más nos emocionó de leerlas todas fue…
  • Por supuesto que tuvimos primer baile, la canción fue un clásico de clásicos que elegimos porque…
  • Y a propósito de la canción, estamos convencidos de que nuestro amor será…
  • A nuestros hijos les vamos a contar que este día fue inolvidable porque…
  • Confirmamos que las mejores cosas en la vida no se planean y que lo más importante a la hora de organizar un matrimonio es…
  • Como buenos viajeros, terminamos esta aventura visitando Singapur y Maldivas. Para otros novios que quieran conocerlos, nuestras principales recomendaciones para cada destino son…

DEL DÍA EN QUE NOS CONOCIMOS ME ACUERDO QUE…

Andrea: “Éramos vecinos y siempre lo veía en el ascensor. Solo lo saludaba, no me sabía ni el nombre. Pero un día, muy desparchada en una discoteca (nunca voy a discotecas), una amiga me lo ‘vendió’, me dijo que estaba muy papi, jajaja... Me hice la encartada muy cerquita de él para que me ayudara. ¡Y me habló! Y cruzamos teléfonos. Me invitó a salir, pero nos caímos mal, jajaja, estábamos en momentos súper diferentes de nuestras vidas, hubo cero conexión”.

Jose: “Vivíamos en el mismo edificio (cuando estaba con mis papás) en donde el único lugar en que se podía hacer algún tipo de contacto social era en el ascensor. Recuerdo que la primera vez que la vi (hace como 7 años) pensé que tenía una vecina con unos ojos muy bonitos, pero también que era bajita, gordita y negrita jajaja (hace un año le conté esto a Andrea y casi me mata). El ascensor solo era un espacio de hola y chao, pero la primera vez que hablamos fue en una discoteca en Medellín.

Estaba recostado en la barra y escuché que alguien dijo que estaba muy encartada, cuando me volteé, era Andrea con las manos llenas de cosas: billetera, llaves, muchos limones y sal (ahí mismo pensé que estaba tomando tequila). De una le dije: ‘Vecina, ¿bien o no?’, y me ofrecí a ayudarla a llevar todo a la mesa. Cuando llegamos, me pareció raro que lo único que estaban tomando era aguardiente (o sea, no entendí la sal y el limón). Después de dos años, Andrea me confesó que ese día me vio en la barra, se encartó de gusto, solo para que yo la viera y le hablara... Ese día conversamos mucho, la invité a salir, pero todo terminó muy mal, no nos soportamos.

Seguimos siento amigos de Whatsapp por unos seis meses y un día que estaba solo en un viaje de trabajo en México, pensé que la persona con la que me gustaría pasar el resto de la vida tenía que gustarle mucho los viajes (¡para mí eso es algo supremamente importante!) y se me vino inmediatamente a la mente Andrea, que, casualmente, se encontraba al otro lado del mundo, en Turquía, viajando con su familia. Ahí dije: Andrea tiene TODO lo que busco en una mujer. Luego, en Medellín, nos encontramos en un evento, la invité de nuevo a salir y desde ahí la química fue infinita. Salimos a una fiesta en Llanogrande, ella estaba con toda su familia y amigos, bailamos toda la noche y después de un gancho le tiré y nos ‘chupamos’ (jajaja, perdón la palabra). Me acuerdo de que uno de mis mejores amigos me decía al oído que uno no hacía eso delante de los papás, pero no me importó ni cinco jajaja”.

ALGO QUE CASI NADIE SABE DEL DÍA QUE NOS COMPROMETIMOS…

A: “Estaba muerta del frío porque estábamos en una hijuemadre montaña en Austria. La señal del celular se perdió y fue lo mejor que nos pudo pasar, porque fue un momento de los dos.... aunque, obvio, a mi me dio pánico y solo pensaba en mis papás (que irían a decir, cómo les iba a contar, etc.). Yo no le quería contar a nadie, porque sabía que no iba a terminar de disfrutar por estar respondiendo mensajes.... perooooo, Jose sí le mando una foto a los amigos y ellos se encargaron de regarla ¡hasta el Q’Hubo! Una muuuy amiga súper triste me dijo: ‘Me enteré de que te casas por una pelada y no por ti. Los felicitooo’. Y yo como, ¿qué? ¡Cocinitaaaaa Medellín!”.

J: “No dormí nada la noche anterior. Me levanté y me sentía enguayabado, con dolor de cabeza y muerto de susto. Estábamos en Innsbruck, una ciudad austriaca en la mitad de los Alpes. Había tenido la oportunidad de ir por primera vez hace 13 años, cuando mi hermana vivía allá. Desde que llegué, quedé enamorado: los paisajes, las montañas llenas de nieve… Juré ese día, repito, hace 13 años, proponerle allí a la mujer de mis sueños que fuera mi esposa.

Antes del viaje revisé muy bien el itinerario, los días que estaríamos en la ciudad y el lugar en el que le quería proponer. Al sitio se sube en teleférico y la vista es genial. Me metía a Google Maps para ver la sillita exacta donde le diría a Andrea. La noche anterior le dije que iríamos a visitar un museo muy lindo, que se fuera muy bonita. Ella se lo tomó muy en serio y se fue ¡HERMOSA! El problema fue que el museo era de joyas y cristales y estaba lleno de detectores de metales. A mí, con el anillo en el bolsillo, con el susto de que los detectores sonaran, ¡me dio una diarrea del demonio! Si quiera nunca se activaron.

Ya camino al lugar, en el teleférico, tenía el corazón a punto de estallar. Al llegar a la punta de la montaña, salí como un volador para la sillita que había visto en Google Maps; cuando me volteé, Andrea, intentando subir, se resbaló y se cayó, jajaja. Yo de los nervios ni pude ayudarla, me cogió un ataque de risa. Después puse una GoPro y le dije que iba a tomar una foto, pero en realidad estaba grabando el momento”.

SOÑAMOS MUCHAS COSAS PARA NUESTRO MATRIMONIO, POR EJEMPLO…

A: “¡Yo ya ni sé! Tengo el cerebro chispoteado. Pero algo sí tenía muy claro, incluso desde que estaba en el colegio: me quería casar muy lejos, en medio de un viaje, con el amor de mi vida y llamar a mis papás a contarles. El sueño cambió un poco, porque les avisamos ¡15 días antes!, pero, igual fue un poco rápido jajaja. La verdad los planes sí se cambiaron 1500 veces, porque Jose viene de unas costumbres más tradicionales y no entendía con qué alien se estaba casando. Él se imaginaba algo ‘normal’: fiesta, brindis, vestido blanco, invitaciones, etc. ¡Yo, cero! Llegar a un punto medio fue un proceso de año y medio”.

J: “Para ser sincero, yo parecía más ‘la niña’ de la relación, pues me imaginaba una fiesta elegante, tipo el Titanic; sin embargo, después de conversar mucho y separar el ‘ritual’ de la ‘fiesta’ fue cuando todo cogió un rumbo genial. Estábamos completamente seguros de que si los viajes nos habían unido, en un viaje debíamos casarnos. Para el lugar recorrimos todo el mundo: Medellín, Llanogrande, Cartagena, Acapulco, Costa Rica, República Dominicana, Grecia, Tailandia, Australia… Definitivamente, Bali fue ¡la MEJOOOOORRRRR decisión de todas!”.

CUANDO NUESTRAS FAMILIAS Y AMIGOS SE ENTERARON DE QUE NOS ÍBAMOS A CASAR SOLOS EN BALI, NOS DIJERON QUE…

A: “Yo primero le propuse a Jose y él me dijo: ¡de una! Luego le dije: ‘Voy a hablar con Luisa Nicholls, si ella logra hacerme un vestido en 15 días, nos montamos en el paseo’. ¡Y así fue! Ese mismo día le escribí y me respondió muy linda que sí era capaz. Por la tarde llegué a mi casa y me dice mi mamá, con ese instinto mágico que uno no entiende de dónde lo sacan: ‘Deberías casarte en Bali’ (Whaaaaat?). Yo tenía risa nerviosa y le dije: ‘¿Por qué me dices eso? Y me respondió: ‘Hoy estuve con mis amigas de culinaria y les conté que te ibas a Bali, me preguntaron que si a casarte y me pareció súper buena idea’. Me dio un fresquito saber que mi mamá lo veía como una posibilidad, a pesar del corto tiempo. ‘¡Tú por qué eres tan brujaaaaa!

Como a los cuatro días ya la cosa iba en serio. Luisa me citó a su taller para tomar medidas. Ese día fui toda misteriosa, como a las 8 a.m., salí de mi casa dizque ‘para una reunión’; me encontré a mi papá en la oficina y me dijo: ¿dónde andabas? Y yo: ‘ven, siéntate que necesitamos hablar’. Muy emocionada, pero tranquila, le dije: ‘Voy a Bali a un retiro de yoga, me conecta mucho la energía del sitio sin conocerlo, y le propuse a Jose que nos casáramos allá... Para mi sería un sueño hacerlo y quiero contar contigo para esta decisión’. Pues mi papá, como siempre, me dijo: ‘¡Lo mejor!, te apoyo 100%, lo que necesites para la boda, solo dime’.

Jose y yo pensamos que era importante que ellos estuvieran presentes con nosotros a través de cartas y de un en vivo... en fin, ellos nos apoyaron infinitamente y fue un proceso súper bacano. Mis papás no se la creían que yo fuera a ser tan libre de cumplir un sueño con Jose. Todos los días me felicitaban, me decían que se sentían súper orgullosos, que era la mejor decisión, que estaban felices.... Siquiera, porque si no me iba por allá a llorar y no me terminaba casando”.

J: “Jajaja, hubo todo tipo de reacciones. Todo fue muy rápido, como dos semanas antes les contamos que salíamos para Indonesia y nos casaríamos allá. Algunos preguntaban que si los íbamos a invitar, otros que si íbamos a estar solos y les dejamos muy claro que solo ‘físicamente’, pero que de corazón estarían presentes. Mi papá y Norita (la esposa que ha sido muy importante para mí) tomaron la noticia súper felices. Lo más lindo que nos han dicho y, lo aplicamos todos los días, es que siempre seamos novios y que nunca dejemos apagar el amor. Con mi mamá ha sido un proceso muy bonito. Cuando le conté, su reacción fue de felicidad, pero también de tristeza, pues ella se imaginaba estar a mi lado el día del matrimonio. Sin embargo, cuando ya nos casamos me dijo: ‘Ya sé por qué no fui, no hubiera entendido nada, pero tú y Andrea se veían felices y por eso estoy muy feliz’”.

DURANTE UNA SEMANA RECORRIMOS BALI EN MOTO BUSCANDO TODO LO QUE NECESITÁBAMOS PARA ESE DÍA. LOS MEJORES MOMENTOS DE ESTA EXPERIENCIA FUERON…

A: “¡Yo me sentía como Rosario Tijeras cuando salía con el amor de su vida! Fue brutal. Además que allá es todo por la izquierda, jajaja, éramos: ‘¡Hp, cuidado!’, intentando darle la orden al cerebro que era al contrario. Tengo dos anécdotas muy bonitas:

1. Cuando vi el lugar donde nos casamos, me encantó (lo visité antes de que llegara Jose). Les dije que quería que fuera en el templo del hotel y me dijeron que sí, pero que tenía que vestirme con los trajes balineses, por respeto a su cultura y al templo. Obviamente, yo tenía el vestido que me había hecho Luisi y quería lucirlo. Les rogué que por favor me dejaran mi vestido y que yo me ponía una especie de bufanda encima para tapar los hombros. Ellos siempre usan la faldita que teníamos en el templo (eso sabíamos que sí o sí lo teníamos que llevar). Al final aceptaron, pero les parecía muy raro cómo una persona se casaba por un ritual balinés con un vestido así (y yo internamente pensaba: ‘Voy es al revés, pero con el mundo, ¡internacional!’).

2. En medio de nuestra búsqueda en moto, estuvimos en hoteles súper lujosos donde no sentí conexión de nada. Le decía a Jose: ‘Esto es muy sintético, yo no quiero esto’. En uno de ellos me dio la lloradera y quería volver a Ubud, la ciudad donde nos quedamos la mayor parte del tiempo y donde nos casamos. Ubud fue nuestro hogar. La gente y la energía son hermosísimas”.

J: “¡Eso fue una nota! En Bali alquilé una moto por 4 dólares el día. Nos la pasamos visitando hoteles, templos y cada esquina de la isla. En algunos lugares nos moríamos de la risa, en otros salíamos aburridos; unos muy sintéticos, otros lindos, pero no nos llenaban; otros tenían todo perfecto, pero no nos podíamos vestir como queríamos, y Andrea estaba muy ilusionada con su vestido.

Finalmente, llegamos a Ubud, un lugar de Bali lleno de magia, todo el mundo es feliz, la naturaleza está en todas partes y la energía que se siente es increíble. Era muy charro que en todos los hoteles nos daban un trato VIP cuando se enteraban de que nos íbamos a casar. Todas las personas llegaban en carros súper lujosos y nosotros entrábamos en moto de 4 dólares, pantalones y despelucados jajaja”.

SI NOS PIDIERAN RAZONES PARA CASARSE EN BALI, EN NUESTRA LISTA NO FALTARÍAN…

A: “Bali no es para todo el mundo. En Bali se vive una energía única, pero hay que ser muy descomplicado para disfrutarla. Las calles son llenas de huecos, las motos son infinitas, la ciudad llena de gente (Ubud). ¡Eso sí!, la gente va con una sonrisa de oreja a oreja. El olor a incienso, las ofrendas en las calles, todos los restaurantes son crudiveganos, el regateo... el verde infinito de los bosques que rodean la ciudad. En Bali todo es magia. Hay 15.000 centros de yoga, de terapias con cristales, de balanceo de chakras... es como un centro energético donde te conectas con todo y contigo. ¡Hace muuuuucho calor! Sudas todo el tiempo, es para estar de tenis, chanclas o descalzo. Mosquitooooos infinitos… Jajaja, por eso digo que no es para todo el mundo. Nosotros disfrutamos porque amamos eso, pero si uno quiere una boda lujosa con muchas comodidades y tradición más Occidental, es CERO el lugar. Bali es para personas un poquito más hippies y desprendidas”.

J: “Le recomendaríamos a la gente que se case en Bali si quieren tener una conexión con la energía más linda que se pueda sentir en un lugar. Bali está lleno de naturaleza, de gente sonriendo, de templos lindos y hoteles espectaculares. Hay de todo: desde playas solitarias, otras con más gente, cerca al mar o en la mitad de la isla rodeadas de montañas. Bali está lleno de historias. La mejor época es septiembre, no llueve mucho y el clima es muy chévere. Hace mucho calor, entonces lo ideal, si se casan, es hacerlo por la mañana o al atardecer. El mejor plan es pasear en moto por toda la isla, ir a conocer los diferentes pueblos, playas, ríos, sembrados de arroz.... Hay que aclarar que si están buscando un lugar con centros comerciales, rascacielos y tiendas reconocidas, este no es el destino”.

EL DÍA DEL MATRI NOS LEVANTAMOS…

A: “A las 6:30 a.m. ya tenía que estar bañada, porque llegaban los fotógrafos. Pedimos desayuno a la habitación del hotel y llegó Gloria, nuestra amiga (la que grabó todo el matri, la que estuvo con todo). Tomamos mimosa a esa hora. Yo no tenía maquillador (no alcancé a conseguir) y nos reíamos porque decíamos: ‘Ay, fijo quedo toda payasa’. ¡Pero no! Manu Alzate, una amiga, me maquilló virtualmente. Al momento de vestirnos, me hice en el baño y Jose en el cuarto. Era una villa grande, así que podíamos tener nuestro propio espacio. Llamé a mis papás porque no sabía qué accesorios ponerme y ellos muy felices me asesoraron. Fue súper chévere porque los sentí cerquita en ese momento de adrenalina”.

J: “Aquí quiero hablar del día antes. Estábamos en el hotel donde nos íbamos a casar, empezamos a organizar todo y abrimos felices una botella de vino. A Andrea siempre le he dedicado la canción Si nos dejan. Pusimos Spotify y le di la serenata de la víspera.

El día del matri nos despertamos súper temprano, pedimos desayuno a la habitación (omelete de claras de huevo y granola con frutas), abrimos una botella de champaña e hicimos mimosas. Los fotógrafos llegaron muy cumplidos. Andrea se encerró en el baño y empezó su maquillaje virtual, yo me bañé y mientras me vestía, hice una videollamada con mi familia. Dos días antes habíamos creado una cuenta privada en Instagram para hacer un en vivo con la gente más cercana. A las 8 a.m. me recogió un carrito de golf en el hotel y me fui al templo donde íbamos a hacer el ritual”.

CUANDO NOS VIMOS POR PRIMERA VEZ VESTIDOS DE NOVIOS…

A: “Yo me bajé de un carrito de golf y empecé a caminar hacia donde Jose. Obviamente, la emoción de los dos era WOW. Apenas le cogí la mano, casi me muero. Estaba temblando, jajaja. Me pareció que se veía hermoso, radiante, con la energía en su máxima expresión. ¡Fue una nota!”.

J: “Andrea viajó una semana antes a Bali a un retiro de yoga. Por el afán, yo era el encargado de llevar el vestido de matrimonio y un sombrero. Como las aerolíneas estaban con muchos retrasos, y a Andrea a la ida las maletas no le llegaron en la conexión, me llevé todo en el equipaje de mano. Un día antes fui a la casa de mis suegros, me empacaron el vestido en una maleta (pues yo no lo podía ver) y el sombrero, como era muy delicado, ese sí lo llevé con mucho cuidado en todas partes.

Ahora si: Andrea llegó al lugar en un carrito de golf con flores y me quedé mudo. No podía creer que estaba viendo a la mujer más linda del mundo al frente mío. Estaba tan nervioso que temblaba. Ella se bajó del carrito, me dio la mano, le di un pico y me dijo: ‘Mi amor, estás temblando’, y yo le respondí: ‘¡Como un putas!’. Fue muy lindo, la verdad. Pero me quedé esperando el puto sombrero que cargué hasta el otro lado del mundo, jajaja. Después me enteré de que era para usar con otro vestido que tenía. El vestido era 100% ella: hippie, descomplicado, libre”.

EL LUGAR QUE ELEGIMOS PARA CASARNOS ERA MÁGICO PORQUE…

A: “Era un templo en un hotel, estaba en una montaña con una vista increíble, energéticamente nos conectamos. Y la gente fue tan querida, que dijimos, ¡aquí fue!”.

J: “Bali es impresionante. Todo es lindo y la energía es genial. El lugar que escogimos no pudo ser mejor. Nos casamos en el Hotel Ritz Carlton Mandapa, de Ubud; espectacular, con villas divinas, bordeado de selva y un río, con un templo que tenía una vista hermosa. Después de ver un millón de lugares, este fue el que verdaderamente nos llenó. La gente nos recibió con mucho amor”.

SIEMPRE QUISIMOS UN RITUAL ESPECIAL PARA NUESTRA CEREMONIA, AL FINAL FUE MÁS BONITA DE LO QUE IMAGINAMOS, LLENA DE DETALLES Y MOMENTOS COMO…

A: “Fue hermoso porque, realmente, no sabíamos cómo nos íbamos a casar, pero sí sabíamos que era bajo algún ritual balinés. Cuando empezamos a averiguar, los matrimonios allá eran de cuatro horas, lo emparamaban a uno y, definitivamente, yo quería estar linda, con mi vestido seco y mi maquillaje intacto. Buscamos otras opciones, porque pensábamos que parte del respeto hacia la cultura y la religión era hacer una ceremonia con la que nos sintiéramos cómodos. Preguntando, nos recomendaron el ritual del fuego, que lo usan ellos para la unión, la pureza y para una mejor vida. A mí me pareció súper bonito y a Jose también.

El ritual tuvo momentos muy lindos y otros súper curiosos, por ejemplo, tuvimos que partir un coco, jajaja, ¡uno cuándo hace eso en un matrimonio! (fue un hit); meditamos, cantamos mantras y entregamos ofrendas al fuego. Algo que me encantó fue que ellos alaban y respetan todos los dioses del mundo, todas las creencias son recibidas. Entonces me pareció súper que cupieran todas las personas con sus religiones dentro de nuestro ritual. El calor era como estar en Buenaventura con buzo cuello tortuga. Me sudaban el bozo, las piernas, ¡to-doooo! Jajaja, un solazo más esa paila llena de fuego.

El mandala tiene mucho significado para mí, es símbolo de unión e integración, además que era hecho por un campesino hermoso con flores de la zona. Los sonidos que recuerdo eran mantras, unos instrumentos que tocaban unos señores cuando llegamos y durante el ritual... pero, definitivamente, el sonido que quedó en todos los invitados (que estuvieron conectados en un En vivo) fue una campanita tipo señor que vende paletas en la Costa, jajaja, creo que fue medio estresante para algunos. Nosotros estábamos en nuestro cuento y nos relajamos con la campanita y con el calor, la verdad estábamos concentrados en nuestro momento y ya.

J: “Soñábamos con un ritual diferente, que no estuviera enmarcado en una religión específica, pero que sí tuviera una gran conexión espiritual. El ritual con el fuego representaba la vida, la energía, la fuerza y durante todo el tiempo teníamos que tirar semillas a modo de ofrendas que significaban fertilidad, felicidad, amor... El lugar estaba lleno de flores, fue a las 8:30 de la mañana, pero yo me sentía como a las 12 del día en Cartagena. Siquiera teníamos unas sombrillas típicas, que nos daban sombra.

Para ser muy sincero, yo pensé que la ceremonia era de 20 minutos, pero en realidad fue como de hora y media. Jajaja, yo me estaba derritiendo, pero estaba feliz de estar al lado de esta princesa, así le sudara el bozo durante toda la ceremonia. Lo más lindo es que el ritual y la cultura balinesa se centra en el matrimonio como un regalo de la vida y la naturaleza. Incluso, tuvimos que quemar semillas, quebrar un coco en una piedra y brindar con banano para celebrar nuestra unión”.

QUERÍAMOS UNAS FOTOS MUY LINDAS, POR ESO CONTRATAMOS A…

A: “Maria Shiriaeva es un rusa que me encontré después de una investigación exhaustiva de mil blogs de matrimonios en Bali. Busqué mucho, vi mil portafolios y sentí que ella era la mejor. Le escribí a su asistente y me dijo que tenía disponibles solo dos días. No dudé un segundo y separé el 14 de septiembre. Yo creo que el haber tenido la fotógrafa hizo que la fecha y el matrimonio fueran más oficial. No nos equivocamos al elegirla, era una militar, la amamos. Yo le decía ‘yes, boss’, era una jefe, la patrona: párate aquí, mira aquí, haz esto, no hagas eso, listo sigamos... Fue charrísima, pero lo máximo, me encantó la seguridad con la que trabajaba y su energía”.

J: “Andrea había hecho la búsqueda en las redes de los mejores lugares, fotógrafos y planes para casarse en Bali. Entre ellos se encontró con Maria, una fotógrafa rusa que tiene base en Bali, pero viaja por todo el mundo tomando fotos de bodas. Ella solo tenía una fecha disponible, el 14 de septiembre, y fue por eso que escogimos ese día para casarnos. Conociendo a Andrea, el tema de las fotos era supremamente importante y siquiera fue con Maria, porque ¡qué servicio más profesional!”.

LA HISTORIA DETRÁS DEL CARRO EN EL QUE NOS TOMARON LAS FOTOS ES…

A: “Lo conseguimos un día antes. ‘¡Hola, Putra! ¿Nos puedes por favor ayudar a conseguir un carro antiguo, típico de Bali, VW beige o blanco, y lo decoras para mañana a las 8 a.m.? (Putra fue, básicamente, nuestro wedding planner; es un pelado del hotel que nos corrió como si fuera mi papá). Como a las 10:30 p.m. me escribió: ‘El carro está listo’. ¡No lo creíamos!”.

J: “¡El carro fue una nota! La verdad, averiguamos en todo Bali dónde lo podíamos alquilar, pero en ninguna parte sabían, aunque es un carro que se ve mucho allá. Yo, por si las moscas, había alquilado la motico de 4 dólares blanca y, como plan B, le íbamos a poner una flores; sin embargo, desde el hotel nos ayudaron a conseguirlo y nos confirmaron la noche antes.

El conductor era genial, sonriendo todo el tiempo, hablaba muy poco inglés. Al final, se convirtió en el asistente de la fotógrafa y ayudaba a parar las motos en unos campos de arroz donde nos tomaron las fotos, jajaja. Él era el dueño del carro y nos tomaba fotos al escondido desde su celular. Le dije que cuando me mandaran las de la fotógrafa se las iba a enviar”.

POR LA NOCHE TUVIMOS UNA CENA PARA DOS QUE FUE MUY ESPECIAL PORQUE…

A: “La cena me la soñaba, sobre todo porque yo quería que todo fuera en un tepee. Claramente, por ser un templo, no nos dejaron que se hiciera semejante construcción, jajaja. Entonces dije: en la mañana hacemos el ritual y en la tarde-noche la comida en el tepee que siempre soñé. Una semana antes me metí a cuanto blog de bodas en Bali existía y encontré gente súper chévere, por ejemplo, la que nos hizo la decoración de la cena. Me senté con ella allá antes de que llegara Jose (como 6 días antes de la boda) y le conté qué quería. Demasiado linda, cogió la idea súper fácil, me hizo un dibujito y ya.

Para mi sorpresa, la decoradora se le había olvidado que la fecha era el 14 de septiembre, jajaja, ella juraba que todo iba a suceder el 15. ¡Yo entré en pánico! Parecía la típica novia con 500 invitados en la fiesta, que es con cara de loca esperando a que todo salga bien. Me derramé a llorar, era la 1 de la tarde y, supuestamente, ella iba a tener todo a las 4 p.m. para las fotos y luego la cena.

Jose me vio tan triste que me dijo: ‘Dame el celular de ella, yo hablo a ver qué se puede hacer y tu duérmete’. El caso fue que la lograron sacar y todo salió hermoso. Pedimos room service, la comida la escogió Jose, deliciosa. En la noche fue súper lindo porque ya había descansado, estaba más tranquila. Nos pusimos a ver las cartas que nos escribieron la familia y los amigos, fue un momento muy especial porque uno los siente cerca. Me acuerdo que también bailamos y escuchamos reguetón un rato jajaja”.

J: “Si bien nos casamos en el Ritz Carlton, nos fuimos el día del matrimonio para el Four Seasons de Ubud. Allá teníamos una villa en donde mandamos a quitar todos los muebles que había en un deck al lado de la piscina privada. Andrea había contratado una decoradora para que hiciera un tepee, pero se confundió y pensó que el matrimonio era al otro día. Nos dimos cuenta a la 1 p.m. y Andrea quedó destruida, yo le dije que no se preocupara, que yo le ayudaba a decorar, pero ella en realidad se soñaba el tepee. Llamé a la decoradora y le dije que necesitábamos tener eso listo para ese día, a las 6:30 p.m. Me dijo que de una y así fue. En cuanto a la comida, no queríamos nada acartonado, entonces miramos todos los menús del hotel y pedimos servicio a la habitación: risotto, bowl de sushi, papas horneadas (que Andrea ama), ensalada y ginebras. Nos sirvieron todo en el tepee y tuvimos una noche mágica.

El hotel tenía un plan de cena romántica, a la cual dijimos que no, ya que nos imaginábamos que nos llenarían todo de rosas rojas, pétalos, y otras cosas que no son de nuestro estilo. ¡Lo que hicimos fue genial!”.

ESTÁBAMOS SOLOS, PERO MUCHA GENTE NOS ACOMPAÑÓ CON CARTAS Y MENSAJES QUE COLGAMOS ALREDEDOR DEL TEPEE EN EL QUE NOS ENCONTRÁBAMOS. LO QUE MÁS NOS EMOCIONÓ DE LEERLAS TODAS FUE…

A: “La idea de las cartas creo que fue mía, yo soy la creativa de la relación. Quería que las personas más importantes estuvieran con nosotros ese día y así fue. Las cartas las leíamos entre los dos, por turnos: una Jose, otra yo. Por ejemplo, la de mi mamá me la leyó él. Entre las cosas inesperadas estaba una caja con minisorpresas: Dani, una amiga, me había hecho minicartas con souvenirs jajaja. Era como un Manimoto y la carta decía: ‘Para cuando las cosas se pongan duras, come Manimoto’. Fue súper especial, yo amo ese tipo de detalles.

De las que nos conmovieron, claramente, las de los papás. La de mi hermano fue súper especial para mí. Él es como mi cómplice no cómplice, jajaja, es algo raro de describir. Y alguna vez hablamos en un viaje de cómo sería el día que me fuera de la casa, que estábamos muy grandes, y qué duro sería separarnos sabiendo que éramos los panas de viaje. Entonces fue súper lindo leerlo. La carta afuera decía: ‘Abrir en caso de emergencia’, jajaja, lo amo”.

J: “¡Eso es lo que se llama una verdadera lluvia de sobres! De verdad que fue muy lindo y muy emocionante ver los mensajes de todas las personas que queremos. Así no estuviéramos físicamente con ellos, se sentía que los teníamos al lado. Había de todo: unas largas, unas cortas, unas románticas, unas charras, otras escritas a mano, otras en computador. Todas, absolutamente todas, las leímos con el corazón y después de leerlas les enviábamos una foto con un mensajito de agradecimiento. Fue muy, muy lindo. Las cartas las colgamos en el tepee y una a una las íbamos cogiendo para leerlas”.

POR SUPUESTO QUE TUVIMOS PRIMER BAILE, LA CANCIÓN FUE UN CLÁSICO DE CLÁSICOS QUE ELEGIMOS PORQUE…

A: “Hace mucho, no sé dónde la escuchamos y le dije a Jose: ‘Lindo, cuando nos casemos bailemos esta canción’. Y a él le encantó. Cada que la escuchábamos, nos mirábamos como diciéndonos: ‘Esa es’. La noche en que la bailamos oficialmente en nuestra comida fue una nota, porque a Jose se le ocurrió que debíamos grabar”.

J: “Jajaja, la mejor canción del planeta. Estábamos cansados de que a todos los matrimonios que íbamos, los novios abrían su baile con la canción de moda. Nosotros queríamos una que nos llegara al alma, que disfrutáramos. Por eso escogimos la que escogimos, hace mucho ya sabíamos que esa sería la canción. Solos, en Bali, con un par de ginebras encima y llenos de felicidad, tuvimos nuestro primer baile como esposos, un momento único e inexplicable”.

Y A PROPÓSITO DE LA CANCIÓN, ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE NUESTRO AMOR SERÁ…

A: “Lleno de libertad, amor incondicional, viajes y momentos muy felices. Jose es mi amor y mi amigo. Yo puedo decirle todo lo que siento, pienso y me entiende. Creemos que las relaciones se basan en complementarnos. En ser y hacer feliz al otro. En el trabajo en equipo para que no se derrumbe la base. En respetar los pensamientos y entender los miedos. Cuando esto pasa, la comunicación se vuelve increíble”.

J: “Poder reír, poder vivir mañana,
tenerte aquí, cerca de mi
y a cada momento sentirte en mi ser”.

A NUESTROS HIJOS LES VAMOS A CONTAR QUE ESTE DÍA FUE INOLVIDABLE PORQUE…

A: “El papá se casó con una loca decrépita, salida de lo común y con toques de alien. Lo mejor es que fuimos felices, disfrutamos nuestro momento y lo hicimos como nos dio la gana. Corrimos con todo, pero salió perfecto, todo fue hermoso. Nos fuimos a casar a la copa del mundo, hicimos a las personas más importantes en nuestra vida partícipes de alma y energía”.

J: “Fue increíble. Para nosotros es supremamente importante viajar, entonces no solo les contaremos, sino que los llevaremos hasta ese lugar y les mostraremos cada detalle. Les hablaré de que el amor se vive y se siente. Que aprendamos de nuevas culturas que tienen mucho que enseñarnos y que, sin importar la religión o el Dios que tengamos, siempre debemos estar muy agradecidos con la vida”.

CONFIRMAMOS QUE LAS MEJORES COSAS EN LA VIDA NO SE PLANEAN Y QUE LO MÁS IMPORTANTE A LA HORA DE ORGANIZAR UN MATRIMONIO ES…

A: “Yo no sé cómo se organiza un matrimonio tradicional, debe ser una cosa muy miedosa, porque hay que tener muchos frentes listos y bajo control. Pero, definitivamente, siento que el matrimonio debe ser una unión de almas, independiente del ritual y las creencias. En este proceso lo único importante es ponerse de acuerdo con la pareja, al fin y al cabo es con la persona que vas a emprender el viaje. Muchas veces involucran hasta el vecino y ese es el peor error, suficiente con ponerse los dos de acuerdo. En conclusión, una unión de almas que tienen que seguir sus propias creencias, su propia felicidad. Una reflexión es que no es necesario hacer una fiesta de 500 personas para que el matrimonio sea algo muy especial. Si uno no se siente tranquilo con eso, es bobada hacerlo, porque poner a tanta gente feliz es una cosa muuuuyy tesa”.

J: “Ser felices y hacer lo que verdaderamente se sueñan hacer. Que no hagan nada porque se los impongan o, simplemente, por cumplir caprichos de los papás. Para nosotros la felicidad es viajar, seguramente para otras personas será la fiesta, para otros un almuerzo... no importa el cómo, lo importante es que los haga felices”.

COMO BUENOS VIAJEROS, TERMINAMOS ESTA AVENTURA VISITANDO SINGAPUR Y MALDIVAS. PARA OTROS NOVIOS QUE QUIERAN CONOCERLOS, NUESTRAS PRINCIPALES RECOMENDACIONES PARA CADA DESTINO SON…

A: “Mi recomendación es que Maldivas es un destino que requiere más destinos. Es decir, que la luna de miel no sea solo allá. Es espectacular, pero estás en medio de la nada, con mucho silencio y sin mucho qué hacer. Jose ama el mar y tuvo la oportunidad de bucear, de nadar todo el día con tiburones, pero, por ejemplo, yo leía, tomaba vino y escuchaba música. Creo que tres días es suficiente, no es necesario irse una semana. Por lo menos para nosotros, que somos tan activos y queremos conocer lugares, restaurantes, etc., la mezcla fue perfecta. Veníamos de estar dos semanas en Bali, luego rematar con Singapur, que es tan lindo y movido, y terminar en Maldivas... fue hermoso. Singapur con dos días es suficiente, es una ciudad muy linda, pero no hay mucho qué conocer”.

J: “¡El viaje no podía faltar! Bali es un destino espectacular, donde se pueden ver los paisajes más lindos del mundo. Allá la conexión y la energía es única y qué rico aprovechar esos regalos. Singapur es una nota, un par de días es suficiente para conocerla y hacer planes chéveres. Después de tanta paz y naturaleza en Bali fue bueno llegar a una ciudad con movimiento. Las Maldivas no tengo cómo describirlas, son un paraíso, el agua es supremamente cristalina, las mantarrayas y los tiburones te nadan al lado. Para los amantes del mar es un destino ideal para hacer snorkeling y bucear; para los que no sean tan acuáticos, es un lugar para descansar y sentir mucha paz”.

CRÉDITOS

  • Maquillaje y peinado virtual: @mam_makeupartist
  • Traje del novio: Zara
  • Decoración: @florabotanicadesings
  • Comida: Hotel Four Seasons, Ubud
  • Pajecitos virtuales: Annie, Mostro y Marcopolo
  • Anillos: El de Jose lo hizo Andrea en el taller de la Joyería Intercontinental; el de Andrea lo elaboró una prima de Jose, Paola López (@Paolalopezjoyas)
  • En vivo: Gloria, de @volveralonatural, fue la que se encargó de hacer el en vivo para toda nuestra familia y amigos

Comentarios

  • María Elena Lema N. 18-11-2018 23:11

    Simplemente mágico!! Como el amor que irradian... maravilloso, encantador, totalmente inspirador .

  • Catalina Zapata 19-11-2018 00:11

    Simplemente... ESPECTACULAR!!

  • Luciana Trujillo M. 19-11-2018 00:11

    De principio a Fin inspiradora. Fue inevitable no soltar una carcajada en algunos momentos de la historia. La amé.

  • Alejandra alzate 19-11-2018 10:11

    Inspirador!!! Algo fuera de lo comun adicional tenerla clara el.matrimonio es esa decision de amarse bajo la bendiciom de Dios....sin tanta parafernaria simple y lleno de amor asi como es Dios

  • Maria Cortes 19-11-2018 11:11

    Una historia sencillamente MÁGICA !!

  • Catalina osorio 19-11-2018 12:11

    Simplemente espectacular la sacaron del estadio con ese matrimonio ???? muchas felicidades para los Dos

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