Tenía siete años cuando aprendió a coser. Tenía nueve cuando dibujó sus primeros figurines. Tenía, también, la costumbre de envolverse en sábanas blancas y ponerse los collares del árbol de Navidad: se fascinaba con la sensación de tener un “vestido” elegante.
Margarita tenía varios sueños que agrandaban su imaginación, pero nunca, ni siquiera si se lo hubieran impuesto, tuvo otro camino distinto al de la moda. Nació siendo diseñadora y las Barbies fueron sus primeras clientes.
Un diseñador que admires: Anna Campbell.
Un color que tengas como favorito: el rosado.
Y una tela o material: el encaje.
Un lugar para volver siempre: Nueva York.
Vestido corto o largo: largo.
En qué te das gusto: en zapatos, tengo 90 pares.
Casi todas las historias más bonitas se miden por coincidencias. A Gula, la marca de vestidos de novias, vestidos de fiesta y complementos, que Margarita creó hace once años, le pasó algo parecido: nació porque no tenía otra opción que esa, porque -al igual que a su dueña- no le quedaba otro remedio (u otro alivio) que surgir. Porque cuando la pasión es tanta, se sale por todas las ramas hasta que al final, logra hacerse el camino que le corresponde, el camino que se merece.
Gula tiene la esencia de su dueña. Huele a vainilla dulce, sus paredes son blancas y en la mitad cuelga una lámpara con cristales. Los collares están exhibidos sobre un terciopelo vinotinto, un homenaje al romanticismo de los años 50, a las pasiones escritas en el corazón de su creadora.
El rol es solo una excusa: ser la novia, la dama de honor, una invitada casual, la que se gradúa o la nieta de los abuelos que cumplen las bodas de oro, en Gula cualquier ocasión se convierte en un blanco para que las musas caigan del cielo.
Ser la que acepta con un sí nervioso o la que se gana el yugo en la fiesta es igual de importante: acá a todas las mujeres se les reparten sonrisas en justa medida porque Margarita, en su tranquilidad arrolladora, es capaz de ponerse en los zapatos de todas para saber a qué saben sus gustos.
Gula es un sueño que cose sueños. Que fabrica vestidos de novias, de fiesta y zapatos y como accesorio añade una sonrisa. Que no mide por números las pruebas de un vestido, sino por brincos de felicidad.
Gula es una fábrica en la que cada pedido se convierte en una cadena de emociones y en la que, como su nombre lo indica, no hay algo que se haga por obligación o imposición, sino, por el contrario, por placer, por pasión, por el gusto desmedido: por Gula.
Margarita Peláez Ospina
310 4161141
gulazonarosa@gmail.com
Cra 43D # 12-45, El Poblado, Medellín.
¿Necesito cita previa? ¿Qué horario tiene el showroom?
Sí. Estamos de lunes a viernes de 10 a.m. a 7 p.m. Sábados de 10 a.m. a 4 p.m.
¿Con cuánta anticipación hay que buscarte para un evento?
Lo más recomendable es con 4 o 5 meses de anticipación.
¿Cada cuánto tiempo se hacen pruebas?
Se acuerda con el cliente pero lo recomendable es cada 15 días.
¿Puedo vender mi vestido de novia o de fiesta en Gula?
Si el vestido es de Gula, te lo ayudo a vender. Si no es de acá, no.
¿Puedo alquilar y comprar?
Solo comprar.
¿Cuál es la forma de pago?
Un 50% antes y un 50% después. Tarjeta crédito y débito o efectivo.
(57) 315 383 6348 + (57) 310 549 0848 info@lalibretamorada.com
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