Aunque Juliana es psicóloga y María Antonia, veterinaria; no fue difícil decidir que se dedicarían al mundo de los eventos. Desde muy pequeñas ambas eran las asesoras de moda, maquillaje, decoración y celebraciones de todas sus amigas. El arte no solo les fluye por las venas sino que ha estado presente hasta en lo más imperceptible.

Un día, Juliana llegó con el nombre de la empresa, con tarjetas, logo, imagen, todo. Se capacitaron, hicieron cursos, aprendieron del negocio y desde entonces son We Plan, un par de hermanas con los mismos gustos, la misma visión, la misma obsesión porque todo se vea perfecto. Por eso, se convierten en la sombra de las novias, siempre están con una libreta en la mano apuntando hasta el más mínimo suspiro. No se les pasa ni el comentario más sutil que escuchan en las conversaciones cotidianas que tienen con sus clientes.

Son controladoras, persuasivas, directas, sinceras. Saben muy bien lo que hacen y son expertas en orientar para que los lugares se vean justo como ellas los imaginaron. Tienen muy claro que para ser una buena wedding planner, el gusto de los novios es clave a la hora de organizar el presupuesto.

Para los fiesteros, una hora loca que dure hasta el amanecer; para los viajeros-amantes de la gastronomía, un menú que provoque hasta el final; para los novios diseñadores, una decoración que supere sus expectativas. Trabajan con un promedio de 12 personas que las conocen al pie de la letra y que saben desde la A hasta la Z el plan que ellas meticulosamente han armado para ese exclusivo día. También cuentan con un equipo de proveedores que han consolidado a través del tiempo y en el que confían tanto, que las novias terminan por hacerlo. Entre esos proveedores está We Plan Rentals, la empresa de alquiler de mobiliario de su mamá, aliada infalible de las Velásquez.

Además de llevar un check list que contiene hasta el perfume favorito de la novia, las Velásquez repasan el paso a paso las veces que sean necesarias, y cuando algo no les cuadra muy bien, se preguntan entre ellas, riéndose, si el asunto en cuestión lo usaría Kate Middleton en alguna celebración. En otras palabras, estas dos hermanas, son la realeza de las wedding planner: si prometieron tulipanes de Holanda, ese día habrá tulipanes de Holanda. El plan se cumple sí o sí. No hay otra opción diferente a sobrepasar las expectativas.