En Llanogrande. En un ambiente rústico donde en cada grieta de la madera hay historias. Hay una que cuenta su estructura: irregular y natural por donde se mire. Una que cuenta su esencia: rústica, botánica. Otra que cuenta su fiesta, legendaria. Su nombre, Los Caballos, también cuenta otra: el amor por los animales, por el bosque, por el espíritu campestre.
En el kilómetro 3,5 de Llanogrande está la locación de un concepto arraigado a su geografía, orgánica, bohemia. Desde que llegas a Los Caballos, aún sin entrar, entiendes por qué está ubicado allí y no en otro lugar. En un gran campo lo suficientemente amplio para que el amor respire dicha. Verde, mucho verde, donde las ceremonias al aire libre combinan y se lucen. Henos y troncos de árboles han reemplazado sillas, materas en barro han sido floreros y banderines se han convertido en techo. Donde la naturaleza siempre ha estado en su punto para resaltar lo natural. Los Caballos, esa locación que hace que la imaginación vuele, tan alto y tan profundo como aquel cielo azul que la cubre.
La esencia de Los Caballos es rústica, botánica y bohemia
Al lado, la imponente estructura: la Casa Western, que deja al descubierto las infinitas formas de madera natural en la que está hecha. Cálida por dentro, pero con suficientes ventanas por si el mood de la fiesta —que suele ser así— se enciende. Infinitas (así pareciera) lucecitas de esquina a esquina que combinan —mejor que nadie y mejor que nunca— con las huellas de esos troncos, esos tallos, esos maderos. Al fondo, el famoso y aclamado bar, que incluye un árbol macizo y una barra larga y gruesa del mismo material. Su capacidad es para más de 220 invitados quienes podrán gozar de principio a fin de la calidez de todo el espacio, dos chimeneas, varias mesas, cada una con una forma distinta, invitan a estar relajados, a descomplicarse y a celebrar. Celebrar al natural.
Cuenta la leyenda que “no hay fiesta mala en Los Caballos” y eso se debe, en gran parte, a que todo el escenario (incluyendo el espacio con ventanales que queda al inicio donde suele hacerse “el coctel”) está integrado. Aún mejor: la pista de baile queda justo al lado del bar.
Un ambiente de luces tenues, donde todos los invitados están cerca y los brindis quedan a la mano. ¿Qué más se le puede pedir a una fiesta donde el amor es el ingrediente por naturaleza? Un lugar con tanta personalidad, requiere novios con mucha personalidad y ese es el comienzo de todo lo que está bien en una fiesta. Y en una vida.
Vanesa
3176400570
acomercial@winkeventos.com
Km. 3.5 vía Llanogrande, Rionegro.
¿Cuál es la capacidad del lugar?
Desde 50 hasta 220 personas.
¿Cuál es el horario?
De lunes a jueves y domingos sin festivo hasta las 12 p.m. Viernes y sábados, hasta las 2 a.m.
¿Cuántos parqueaderos hay?
200.
¿Cuál es el rango de precios?
Locación + catering de Wink.
- Viernes: $3.000.000
- Sábados: $5.000.000
- Domingo: $3.000.000
- Domingo con lunes festivo: $4.500.000
¿Cómo es el pago?
Flexible. Nos gusta hacer un acuerdo con los novios.
¿Con cuánto tiempo de anticipación es ideal reservar?
De tres a seis meses.
¿Qué incluye la locación?
Mesas y sillas fijas para 90 personas, 5 mesas rústicas y 50 sillas desplazables.
(57) 315 383 6348 + (57) 310 549 0848 info@lalibretamorada.com
Regálanos tus datos para inspirarte, para estar más cerca de ti. Queremos consentirte, llenarte de ideas, actualizarte, contarte muchas historias.
Sí, acepto
Comentarios